Arroyo Hollegoso


Varias son las formas de escribir el nombre del arroyo que pasa a 1,5 km al norte de la población toledana de La Nava de Ricomalillo y discurre por el Valle hacia Aldeanueva de Balbarroya antes de unirse al Huso. La última ortografía oficial, tal y como podemos ver en la señal de la Dirección General de Tráfico de indicación de la carretera nacional 502, es GOYEGOSO, tanto en el del sentido Talavera como en el de Herrera del Duque, aunque hemos visto varias versiones en los antiguos paneles de la carretera comarcal 503.  Se llegó a leer a escasos metros de distancia una indicación con HOYEGOSO, en un sentido, y OLLEGOSO en otro.


Arroyo Hollegoso Nava de Ricomalillo Toledo

Basándose en esta última grafía Fernando Jiménez de Gregorio escribió en su obra sobre La Nava [1] unas líneas referentes al origen del nombre del arroyo, que debía de tener algo que ver con el apellido Ollero, muy frecuente en La Nava en el siglo XVIII[2]. Más tarde asoció la primera parte del vocablo con la palabra «hoya» y la final con el nombre del animal plantígrado para apoyar su explicación de que antiguamente abundaban los osos en la Jara y concretamente en el barranco (hoya) formado por el arroyo. Se refería a las descripciones de los libros de montería de los reyes medievales que informaban sobre las zonas de caza y ratificaban la abundancia de osos y jabalíes por estos pagos 

Jiménez encontró la referencia al arroyo Holligoso en el Libro de Montería [3] de Alfonso XI, en el capítulo XVI «En tierras de Talavera hay estos montes» del Libro Tercero[4]. Se puede leer «Lolligoso», vocablo cuya L- inicial corresponde al artículo determinado con elisión delante de la vocal inicial del sustantivo. (L'Olligoso)

valle del Hoyegoso Nava de Ricomalillo Toledo
Amanecer en el valle del Hollegoso

Para buscar una explicación racional hemos puesto en relación este nombre con el contexto geográfico en el que está ubicado. En la comarca se encuentran denominaciones que presentan una forma parecida sobre todo en el sufijo final.
Los arroyos Tamujoso (Belvís), Fresnedoso (Anchuras, La Mina), Arnoso (Sevilleja), Cascajoso (Belvís), Valzarzoso (Sevilleja), Pedregoso (Aldeanueva) y otros topónimos como Retamoso, Gamonoso, Pedroso. El sufijo –oso/a es muy frecuente en los arroyos de la comarca y tiene el significado de :«que abunda en …». En los topónimos de los arroyos son frecuentes las referencias al mundo vegetal: Que abunda en tamujas, en fresnedas, en zarzas, en retamas.


La hipótesis de partida nos dice que el sufijo -oso del arroyo de La Nava estaría precedido por una palabra teórica perteneciente al mundo natural que sería parecida a (H)OLLEG- o bien (H)OYEG-.

Utilizando la combinatoria de grafías de las cuatro sílabas que ya se conocen por las versiones que se han visto escritas:

HOLLEGOSO
JOYEGOSO
GOYEGOSO
OLLEGOSO
HOLLIGOSO

Para hallar la raíz original se ha buscado una palabra de tres sílabas:

Primera pronunciada: [o] o bien [ho] o bien [xo] o bien [go](alfabeto fonético internacional)
Segunda pronunciada: [je] o bien [aproximante lateral platal+e]
Tercera: [go] o bien [xo]

La búsqueda ha dado como resultado la palabra HOLLEJO existente en el Diccionario RAE actual.

Proviene del latín folliculum, «saco pequeño»: El pellejo delgado que recubre la fruta, las legumbres o la piel de las culebras.

Durante los siglos XV y XVI la palabra tenía dos acepciones con referencia a los mundos vegetal y animal:

1) el hollejo de los vegetales, sobre todo de la uva y la aceituna, y

2) el hollejo de las culebras. (Nebrija 1495; Alcalá 1505 y Nebrija 1516) [5]

Diccionario de Nebrija 1495


En el siglo siguiente se pierde la segunda acepción en los diccionarios históricos, que pasa a llamarse piel o pellejo; en la comarca se oye también la palabra «camisa» de culebra. El verbo desollar del castellano actual proviene de esa misma raíz latina anteponiéndole el prefino de(s)-. El significado de hollejo ha pervivido en este verbo que significa: «quitar el pellejo».


Alcalé 1505
Diccionario Alcalá de 1505
El arroyo Hollejoso sería pues un lugar abundante en pellejos de uvas o bien en aceitunas o bien en pellejos de culebra. Esta última es la hipótesis que sostenemos [6].


La inestabilidad de las consonantes de las dos primeras sílabas ha provocado la cantidad de grafías que conocemos.

Transformaciones de la primera sílaba: Desde la sílaba latina FO- se perdió en castellano la F inicial en la pronunciación; este cambió se reflejó en la H- muda que quedó al inicio de las palabras p.e. Farina (harina). Sin embargo en el castellano han pervivido pronunciaciones dialectales que aspiran la h latina inicial (se oye joya y jato por hoya y hato). De la aspiración se pasa fácilmente a la gutural fricativa sorda (grafía J-) y a la correspondiente sonora (grafía G-). De ahí que encontremos las representaciones gráficas variables en O-, HO-, JO- o GO-

Transformaciones de la segunda sílaba: -LLE- se transcribe así la lateral palatal que se pronuncia en los límites de la provincia de Toledo con Cáceres y que es una influencia de la pronunciación extremeña. La -ll- se pronuncia en pueblos limítrofes como Sevilleja, Campillo pero no se pronuncia en la Nava, que es yeísta, por lo que la representación gráfica del sonido ha sido -YE-.  

Sobe el lleísmo y yeísmo ver el Atlas lingüístico de Castilla-La Mancha de Pilar Garcia Mouton. (p. 147).

Transformaciones de la tercera sílaba: [xo] o [go] según el grado de influencia de las vocales en la sonorización de la consonante. Lo más normal en la fonética española es que la consonante intervocálica tienda a sonorizarse en [go] aunque en la zona de Belvís encontramos los topónimos Tamujoso y Cascajoso en los que no se ha producido el fenómeno. Debido a la estabilidad de de la escritura -go- desde la primera versión medieval Olligoso, y en las diferentes versiones  posteriores, mantenemos esta última grafía en vez de -jo-.

En la cuarta sílaba, la más estable, no ha habido transformaciones. 


Concluimos proponiendo la ortografía HOLLEGOSO para denominar el arroyo de Nava de Ricomalillo.


Marisol García Molina y José Ignacio Fernández Ollero




Libro de Monteria de Alfonso XI
 Cita sobre el «Lolligoso» (principio de la primera columna) y el «Rencon de Maliello» (final de la primera columna) en el Libro de Montería de Alfonso Onceno.




[1] Jiménez: La Nava de Ricomalillo (un pueblo de La Jara toledana), ASAN, 1982.
[2] Jiménez: obr. cit., p. 14
[3] Jiménez: Comarca de la Jara toledana, IPIET, Diputación, 1982, p. 25
[4] Libro de la monteria que mando escrevir el muy alto y muy poderoso Rey Don Alonso de Castilla y de Leon, vltimo de este nombre, Sevilla, 1582. Digitalizado y accesible en la web de la Universidad de Sevilla: http://fondosdigitales.us.es/fondos/libros/313/78/libro-de-la-monteria-que-mando-escrevir-el-muy-alto-y-muy-poderoso-rey-don-alonso-de-castilla-y-de-leon-vltimo-de-este-nombre/ (página 160 de la digitalización)
[5] Ver los diccionarios históricos de la RAE accesibles en www.rae.es
[6] Los interesados en saber cuál de las tres cosas es más abundante en las riberas del arroyo pueden acercarse al Valle y comprobar qué es lo que hay.