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En los confines del sur (II) Cueva de Moraleda

La cueva se encuentra en el territorio fronterizo del Portillo de Estena en el término de Alía (Cáceres) muy cerca del poblado de Cijara en el límite con Sevilleja-La Mina de Santa Quiteria.

Presentación de diapositivas (pulsar sobre la imagen para avanzar)





uenta la leyenda que en el siglo XIX Moraleda se ocultaba en esta cueva hasta que fue descubierto por la Guardia Civil. Su captura se produjo con mucha dificultad, por lo escarpado del terreno y por el buen conocimiento que tenía el bandolero de la cueva y del territorio. 
Todos los asaltantes que se acercaban a la entrada eran localizados gracias a la posición de la abertura superior, controlada por Moraleda. Sólo pudieron con él después de un sitio prolongado, venciéndole por hambre y sed. 

Moraleda, el bandido generoso (cuento publicado en la revista de 1993)

   Más tarde, en el siglo XX, los guerrilleros antifranquistas la utilizaron como refugio durante los años 40, en concreto Saturio Gómez Recio Quijote y su compañera Casimira Álvarez Felipe La Jopa
   La Guardia Civil había creado una contrapartida en La Mina de Santa Quiteria, que tenía un servicio de información muy eficaz formado por una sociedad local de cazadores que vigilaba constantemente cualquier movimiento en el monte. Salían de caza todos los domingos y preguntaban a los pastores sobre actividades y personas extrañas que pudieran haber visto. En una de esas pesquisas, disfrazados de maquis, consiguieron sonsacar a Joaquín Matoso, un labrador sevillejano, el paradero del grupo de Saturio. Los guerrilleros fueron localizados y cercados en este paraje serrano. 

   El historiador talaverano Benito Díaz ha publicado varios estudios sobre el maquis en el centro de España pero su información difiere de la aportada por la contrapartida de La Mina de Santa Quiteria. Para él Quijote murió por los disparos de la contrapartida en Campillo de la Jara. 


   
 En los años 60 la cueva volvió a estar presente en los relatos de los vecinos de La Mina: una mujer del pueblo residente en Madrid había soñado tres veces seguidas con la existencia de un tesoro escondido dentro de la cueva. Se lo comunicó al pedáneo; varios hombres provistos de lámparas de carburo penetraron en la cueva por la gatera superior pero no encontraron nada, qué pena...

Juan Bautista Moreno Román ha realizado este vídeo sobre la Cueva.