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Excursión 1997

La excursión de la Asociación nos llevó ese año hacia el este, por las tierras del sopie de la sierra. Seguimos el antiguo trazado del camino vecinal de La Enjambre, pero sólo conseguimos llegar a la fuente del Huerto Chaqueta, donde acampamos a la sombra de los pinos para comernos la merienda. Al borde del camino, dentro de las tierras del Cuartel de las Gargantas, se encuentran varias casas de labor en las que los guías habían vivido de pequeños o de las que hemos oído contar relatos los más jóvenes. A esta labranza de su madre se trasladó Faustino Ollero con su familia el 23 de agosto de 1938 después de haber comprobado, una vez dada la orden de evacuación del pueblo ante el avance del ejército de Franco, que los nacionales no tomarían el pueblo sino que lo iban a dejar en la línea de frente. Su mujer, sus seis hijos y una cuñada se instalaron en un espacio reducido, hasta el 15 de diciembre del 38. ¿Cómo sobrevivir en la sierra durante los últimos meses de guerra?

La evacuación hacia la labranza




Las ruinas de la mina abandonada de Los Pozuelos se encuentran en el mismo camino vecinal de Sevilleja a La Enjambre 500 m antes de llegar a la labranza. Pueden ver fotos ya publicadas en la web, como las de Javier López Recio en  Panoramio, las de Juan Bautista Moreno Román en Youtube, y el vídeo de tutanramses55, que se inicia en la labranza de la bisabuela.
Lo que presento aquí es una foto aérea procedente del mapa SIGPAC de la Consejería de Agricultura de JCCM a la que he añadido fotos tomadas en 2012 en presentación flash. El paraje es peligroso por los pozos que se encuentran a ras de suelo, tienen escasa protección contra las caídas accidentales de animales y personas y están inundados.

Presentación de diapositivas (pulsar sobre la imagen para avanzar)












1 comentario:

  1. El artículo siguiente creó una polémica sin precedentes en la historia de la revista. Los conservadores locales se opusieron firmemente a que publicara la segunda parte del resumen sobre la Guerra Civil en el pueblo; un grupo de ellos controlaba ya la asociación cultural-recreativa y su revista; y estaba sirviéndose de una como trampolín y de otra como medio de propaganda para presentarse a las siguientes elecciones municipales (1999). Todos me reprocharon haber tocado un tema sensible, del que no se habían olvidado ninguno de los dos bandos. Reclamé mi derecho a la libertad de expresión y a completar la primera parte con la segunda - con el final de la Guerra y la Represión de la posguerra, pero fue inaceptable para ellos. Como consecuencia de la polémica abandoné la colaboración con la revista (que había creado y puesto a disposición de la asociación) y decidí poner en un libro todo lo que quería escribir. (Por supuesto el apoyo de la gente sincera y no comprometida con un partido fue impresionante y emotivo para mí).

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